¿Qué es una migraña?
Casi todo el mundo tiene dolores de cabeza. Puedes tener uno después de darte un golpe en la cabeza o durante un catarro o una gripe. Los dolores de cabeza más frecuentes cursan con un dolor alrededor de la frente, la parte superior y ambos lados de la cabeza, casi como si alguien te estuviera apretando la cabeza colocándote una banda elástica a su alrededor.
Pero la migraña es peor que un dolor de cabeza ordinario. Suelen ocurrir de una a cuatro veces al mes y el dolor suele ser pulsante en uno o ambos lados de la cabeza.
Síntomas comunes
Los niños que padecen migrañas suelen presentar al mismo tiempo los siguientes síntomas:
- dolor pulsante en la cabeza
- mareos
- malestar estomacal
- sensibilidad a la luz, ruidos y/o olores
Algunos niños desean dormir y, al despertarse, suelen encontrarse mejor. La mayoría de las migrañas duran de 30 minutos a seis horas y hay algunas que hasta pueden durar uno o dos días seguidos.
¿Cuál es la causa de la migraña?
Una migraña empieza cuando, por uno u otro motivo, los vasos sanguíneos del cerebro se contraen temporalmente. Esto hace que los vasos sanguíneos se dilaten (o se expandan). Cuando ocurre esto, se inflaman, laten con fuerza y provocan un dolor punzante. Puesto que se trata de un proceso asociado a cambios en los vasos sanguíneos, podemos decir que las migrañas son dolores de cabeza de tipo vascular.
Posibles causas
Entre los principales desencadenantes de las migrañas, se incluyen los siguientes:
- estrés
- menstruación (tener la “regla”, o el período)
- saltarse comidas
- exceso de cafeína (como la que contienen las bebidas de cola)
- ciertos alimentos (queso, pizza, chocolate, helado, alimentos grasos o fritos, embutidos, yogur, entre otros)
- falta de sueño
- cambios en el clima
¿Cuándo acudir con el pediatra?
Tener una migraña de vez en cuando puede resultar muy molesto, pero las migrañas no suelen provocar problemas importantes en los niños. De todos modos, acude con el pediatra si tu hijo tiene un dolor de cabeza que:
- dura mucho tiempo
- parece empeorar con el tiempo
- ocurre cada vez más menudo
- crea problemas de equilibrio
- le impide ir al colegio o interfiere en sus actividades